Columna de Opinión
Por Salvador Corleonne

Lo que se perfilaba como una arrolladora victoria para Morena en las elecciones pasadas se ha convertido en una lección contundente sobre la política estatal. Con 14 diputados en el Congreso del Estado de Querétaro, sólo seis “permanecen en pie” tras tres meses de legislatura. La implacable estrategia de Acción Nacional, orquestada por figuras como el polémico ex-alcalde Sanjuanense Guillermo Vega Guerrero, ha puesto en evidencia la novatez, la falta de preparación y la inocencia de los morenistas.
Desde el inicio de la legislatura, el Partido Acción Nacional ha aplicado la famosa técnica de “divide y vencerás”, logrando desdibujar a un grupo que llegó con expectativas altas. La colmilluda jugada de Toño Zapata, como decano, mostró una astucia que ha sido demoledora para la agrupación morenista. Aplazar la instalación de la mesa directiva y jugar con los tiempos ha sido una jugada maestra que dejó claro que no todo estaba bien desde el primer día.
Las designaciones de candidatos en Morena, que muchos consideran fueron impuestas por intereses más que por méritos, han tenido consecuencias fatales. La inexperiencia de los legisladores morenistas ha sido puesta a prueba, y los resultados son evidentes: los votos cruciales fallaron, sus aliados (verdes) se volvieron en su contra y la falta de cohesión (unidad le dicen ellos) se hizo visible.
La primera gran derrota llegó con la elección de comisiones. Mientras que la presidenta Andrea Tovar afirmaba que no tenía problemas en ceder las comisiones más importantes al PAN como acto de "cortesía", la realidad es que esta demostración de debilidad parlamentaria provocó un descontento interno que no se puede ignorar. La volteada de bandera de los aliados y varios diputados morenistas, como Sinuhé Piedragil, Ulises de la Rosa, y otros más, ha dejado a la bancada morenista exhibida, humillada y más frágil que nunca.
La reciente votación del presupuesto de egresos ha sido el golpe para mandar a los de la 4T de vacaciones a reflexionar: de 14 diputados, solamente seis se mantuvieron firmes en su rechazo. El desacuerdo sólo se vio reflejado en seis votos en contra y dos abstenciones, mientras que la mayoría, entre “traiciones” y maniobras políticas, se inclinó a favor del mandatario estatal, Mauricio Kuri.
¿Qué le espera a Morena en los próximos 2 años y medio? Probablemente un camino arduo, lleno de obstáculos, donde tendrán que redefinir su estrategia y fortalecer su estructura interna. Si continúa así, los morenistas se quedarán a la sombra, perdiendo color y rumbo en un congreso que hoy les resulta hasta con hostilidad interna. Sin duda, la incapacidad de adaptarse y aprender de estos primeros meses es un indicativo preocupante de que el partido de la "Cuarta Transformación" podría volver a ser un mero espectador en el escenario político de Querétaro. La verdadera jugada maestra ha sido y seguirá siendo la del PAN, que parece haber encontrado la vulnerabilidad perfecta para fortalecer su hegemonía en el congreso. ¡Sólo el tiempo dirá si Morena puede revertir esta tendencia!
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